No estamos pasando la mejor época de clientes en el Bar Moralejo, y es posible que la nueva ley antitabaco empeore las cosas. Me correspondería entonces, como barman, despotricar duramente contra esta ley y contra los que la han hecho posible. Digo que me correspondería eso porque es lo que quedaría mejor de cara a los clientes fumadores... y los no fumadores, tan acostumbrados a aguantar el humo, se quedan callados cuando se trata el tema o incluso se ponen del lado de los fumadores. Y así es como algunos camareros se manifiestan indignados por esta ley aunque por dentro den gracias al cielo... otros lo harán por convencimiento; equivocado, sin duda, como es equivocado el hecho mismo de fumar, pues atenta contra lo más importante que tenemos: nuestra salud.

   Pero no soy un hipócrita. Lo que pienso lo digo, aunque sea "políticamente" incorrecto. Por mi parte, vaya un brindis por esta ley y por quienes la han hecho posible. Ahora parece desmesurada y los fumadores dicen sentirse perseguidos (aunque no son fumadores lo que se persigue), pero dentro de unos años muchos se preguntarán cómo era posible que se consintiera que una gente ahumara impunemente a otra, molestándola con ese mal olor que se pega hasta en la piel (no digamos en la ropa) y perjudicándola en lo más importante que es la salud.

   ¡Bravo por esta ley! A partir del día 2 de enero de 2011 empezaré a respirar aire mientras trabajo; podré estar en el bar sin luego ir cargando con ese maldito olor (es increíble: 5 minutos en un bar con humo bastan para ir oliendo a tabaco durante horas); cuando tenga catarro y esté más vulnerable, no me pasaré el día con los ojos y la garganta escocidos; ...seguramente hasta pueda vivir unos años más; al menos viviré con más salud.

   No sé si la ley será tan desastrosa para el bar que tenga que dedicarme a otra cosa. Si ese fuera el precio que hay que pagar por avanzar en nuestros derechos como personas, estoy dispuesto a asumir las consecuencias; los avances en los derechos no deben tener marcha atrás.

   Entiendo las quejas de los fumadores, de todas formas. Es una cuestión de mentalidad. Tan acostumbrados estábamos a que se nos ahumara (hubo un tiempo en que incluso era cosa de "machos") que parecía un derecho el que unos pudieran ahumar a otros ¡Qué cosas! Pero es un avance social el que prevalezca el derecho de cada individuo a que no se le haga respirar sustancias nocivas ni se le cubra de mal olor. Que fume quien quiera, pero SOLO quien quiera.

   Dirán algunos que a ver entonces cómo es que no escogimos en el Bar Moralejo no dejar fumar ya con la otra ley antitabaco. La respuesta ya la saben quienes dicen eso... lo dicen solo para ver si cuela como argumento. La otra ley venía a decir que teníamos la opción de dejar fumar o cerrar el bar, porque ¿Qué pasaría si en nuestro bar no hubiéramos dejado fumar y en los demás del pueblo sí? La respuesta también la sabemos todos.

   Hay incluso quien dice que quien no quiera fumar que no venga al bar ¿¿?? ¡Pero bueno...! Un bar es un lugar público; todos debemos poder ir a cualquier bar, sin que nos agredan, sin que nos metan mano, sin que nos insulten, ... y ahora, al fin, sin que nos impregnen de mal olor y nos fastidien la salud. Cada uno a lo suyo: quien se quiera tomar una cerveza, que se la tome... no tiene que invitar obligatoriamente a probar cerveza al resto del bar... y con el tabaco lo mismo.

   Además es que la gente suele olvidar una cosa: que en los bares trabajamos gente. Hay gente que tenemos como medio de vida un bar (ya sabemos que hay quien piensa que si nos molesta el humo nos dediquemos a otra cosa, pero si eso que digan su profesión y ya les decimos a ver cómo es que son mineros con los riesgos de silicosis, o albañiles con los riesgos de caer de un andamio, etc); y esa gente que tenemos como medio de vida un bar tenemos (teníamos) que soportar muchas horas de humo que están minando su salud. ¿Y qué pasa, que se mejoran las condiciones de seguridad y salud de todos los trabajadores (mina reduciendo polvo, albañilería con mejores andamios, ...) y las de los camareros no?

   Al fin se pone fin a la dictadura del tabaco.

   Gracias, a quien corresponda, por esta ley. Gracias a los que nunca fumaron, y por tanto siempre respetaron la salud de los que los rodeaban. También gracias a los que dejaron de fumar. Gracias, por último, a los fumadores que sigan viniendo a nuestro bar respetando la ley... respetando la salud de los demás.

    TVM