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Reflexionando políticamente

 

23 de mayo. Es el día de reflexión de las elecciones locales, municipales y autonómicas de 2015; y eso hago, reflexionar políticamente.

 

Sobre que mañana cambiará mi vida de una u otra forma.

Es la tercera vez que soy candidato a la alcaldía de Folgoso de la Ribera y, si no llego a ser alcalde ahora, ahí se quedará la cosa. Los resultados pueden ir desde una estrepitosa derrota, y que ni tome mi acta de concejal, hasta una victoria por mayoría absoluta... pasando por ni una cosa ni la otra; pero si quedo en la oposición pondría de momento mi cargo a disposición de mi partido porque me encuentro a gusto ideológicamente y tampoco quisiera disgustarles con una decisión precipitada, pero más tarde sería el momento de dejar sitio a otros con, espero, mejor suerte.

Ni siquiera me sorprendería más un resultado que otro, pues ya he comprobado que en política no existe la lógica. No acabo de comprenderla muy bien, como no entiendo que incluso alguna gente se piense que me hace un favor personal si me vota, y me pida que la invite a algo o le ofrezca favores... la mayoría de la gente dice estas cosas bromeando, pero también hay quien entiende así la política; y a mí nadie me hace un favor personal votándome: se vota a un gestor y se debe votar al que se cree mejor, punto.

 

Si perdemos las elecciones, no voy a tomármelo como una derrota... porque derrota también podría considerar el ganarlas, pues supondría sacrificios a nivel personal con los que también perdería cosas. De hecho, a nivel personal solo estoy seguro de salir ganando abandonando la política.

Así que estoy mentalizado para aceptar de buen grado pase lo que pase: si ganamos las elecciones, será una victoria política y trataré de hacerlo lo mejor posible; si perdemos las elecciones, será una especie de victoria personal: me iré con la cabeza alta sabiendo que he hecho cuanto he podido, y ganaré tiempo para todas esas cosas que quiero hacer como dedicar más tiempo a quienes me rodean, perfeccionar mi inglés, aprender a tocar el piano, escribir más, ....

 

Tengo una especie de duelo interior.

 

Por un lado deseo ser alcalde, para poder llevar a cabo ideas que creo que le vendrán bien al municipio y su gente....

Muchas de esas ideas van en el programa electoral, que además podremos sin duda aplicar porque son cuestión de voluntad, como acabar con las diferencias de trato con unas u otras personas o dar más importancia a la estética de las obras, a la cultura, al deporte y al medio ambiente. Otras ideas primero tendrían que pasar por una fase de planteamiento.

En fin... desde la oposición estoy seguro de haber sido útil, suavizando un poco la forma de actuar del PP, pero me gustaría tener la posibilidad desde la alcaldía de abordar esas cosas que se me van pasando por la cabeza y que pueden cambiar, pienso que para mejor, el futuro de unos pueblos en recesión.

 

Por otro lado deseo perder, para olvidarme de una vez de lo malo que ha conllevado mi paso por la política... que a nivel personal ha sido casi todo: he perdido clientes en el bar, y por tanto dinero y no solo para mí ya que es un negocio familiar; me ha costado discusiones con mi mujer por no dedicarle la atención que merece, no solo por el tiempo dedicado directamente a la política sino por los quebraderos de cabeza que no me han dejado estar bien; me ha costado incluso una humillación... y no voy a dar detalles pero la cosa es que hay personas que no aceptan la crítica por cosas que hacen mal y ellas mismas criticarían de otras, y resulta que en una ocasión recibí una virulenta reacción a unas explicaciones que pedí y finalmente tuve que retractarme para que no fuera peor el remedio que la enfermedad. Disculpad que deje incógnitas... me sirve como una especie de antídoto psicológico al soltarlo de esta manera, y sabed que tampoco hay nadie afectado por haberme echado para atrás (y si hubieran aceptado con madurez la crítica ni siquiera por haberla echado para adelante).

En fin... que he perdido mucho tiempo y hasta algo de dinero y salud en mi peripecia política... y si salgo alcalde es probable que la cosa vaya a peor en ese sentido porque por bien que se hagan las cosas siempre hay, sobre todo quien sabe más de derechos que de deberes, que se siente agraviado. De hecho, ya con mi labor de oposición hay quien dice que he dividido a la gente... pero mirad: antes no es ni que estuviera la gente más unida, simplemente aguantaba más o estaba más callada; era una unión ficticia. Por ejemplo, si a una persona le dejaban hacer lo que le diera la gana, y a otra le ponían impedimentos hasta para cosas elementales; si esta última tragaba no pasaba nada, todo tranquilo... ¿Es eso unión?

Cuando empecé a quejarme públicamente por aquellos a quienes tratan injustamente, empezó a haber quien lo tomó a mal porque piensa que debe haber unos privilegiados y otros de segunda... ¿Soy yo malo por eso? ¿Soy yo el que divide? Quiero a la gente unida, pero antes que nada quiero justicia... y si hay quien se separa en el camino hacia la igualdad, pues allá él/ella.

Si la división es el precio que hay que pagar por la igualdad, sea. Si tener enemigos es el precio que tengo que pagar por pedir justicia, sea.

Y si me equivoco en alguna ocasión, como humano que soy, la equivocación será en esa dirección.. y será subsanable; porque defiendo con vehemencia lo que pienso, es cierto, pero también sé razonar y además siempre soy sincero y voy de cara.

 

Admito que sería decepcionante perder estas elecciones, por todo eso que digo; pero no culparía a nadie, porque la gente no es adivina y puede desconfiar de mí; la honestidad  y buenas intenciones que llevo dentro la sé yo... pero si perdemos las elecciones tendré que mirarme a mí primero: tal vez no haya sabido transmitirlo.

 

Supongo que podré haber sonado algo arrogante, pero es lo que tiene destriparse en un texto hablando sin tapujos. Asumo el riesgo, ya estoy acostumbrado a la incomprensión incluso de quienes más cerca tengo... a veces ni yo mismo entiendo qué me impulsa a seguir con este compromiso cuando a nivel personal solo me trae problemas.

 

 

No quisiera irme de la política, ya que puede ser que así ocurra, sin dar las gracias a todas las personas que han estado a mi lado... y sin menosprecio de nadie debo agradecer especialmente a Miguel García Núñez su apoyo en mis primeros cuatro difíciles años frente a Otero... que por cierto creo que de no haberse ido a Bembibre hubiera perdido aquí hace 4 años ante mí y mis compañer@s, porque su sucesor pienso que se llevó los mismos votos que hubiera recibido Otero más algunos que se ganó por transmitir más moderación.

Y debo agradecer a Gabino Colinas Rovira su apoyo y dedicación en los últimos cuatro años. Gabino sería un buen alcalde, pero tiene la mala suerte (a estos efectos) de ser de un pueblo de los de menos votos del municipio... y por desgracia aquí a veces se mira más la procedencia que la aptitud y decencia.

 

Mañana, pase lo que pase, daré las gracias.

Si ganamos, las gracias a quienes hayan confiado en nosotros. Si perdemos, también... pero entonces además las gracias a quienes votando a otros me habrán dejado más tiempo para mí.

 

Alea jacta est.

 

 

Tomás Vega Moralejo